miércoles, 5 de junio de 2013

Poeta - IV

Musa etérea y noches de dulzura
acaricia el cabello del poeta
vela su amor, su pasión, su locura .

Le toma y lo guía en una veleta
por mundos alternos con: hadas, brujas
y duendes. De héroes, diosas y dioses.

Lo lleva dentro del corazón donde
el amor  cosido está con  aguja
de siempre a tu lado mí amor eterno .

Lo baña en nubes de pasión, deseos
compartidos para que su poeta
viva aquí, en la flama de una vela.


10 comentarios:

  1. Es lo que tienen las musas, que pueden presentarse de mil maneras. Esta tuya fue muy linda.que tengas un bonito miercoles.Bss

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    1. Gracias Isa, las musas, las musas, tan misteriosas! Bss que tengas una excelente noche!

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  2. Qué buenos versos!! y qué haríamos sin las musas ¿verdad Juan? Un abrazo!

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    1. Exactamente Francisco, que haríamos, ellas se visten de tantos colores! Un abrazo

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  3. El gran amor del poeta es la musa. Precioso poema! Saludos.

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    1. Gracias Sandra, la musa será siempre la que ponga la tinta en el alma! Saludos!

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  4. ¡Hola, Juan!...¡Me encantó el poema! Un abrazo.

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    1. Muchas gracias María, un placer que te haya gustado!! Un abrazo!

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